El Urgell al Paladar

Pasión por la Tierra y el territorio
 

FINCA COMA LA CALMA

En el año 2014 adquirimos una finca familiar en la que antiguamente se cultivó olivos y que en aquel momento estaba plantada de cereal, con el objetivo de recuperar el cultivo tradicional de olivas arbequinas y producir un aceite de calidad suprema.

La Finca es un valle situado entre dos pequeñas montañas que la protegen y que conforman el paisaje típico de este territorio, de forma que los olivos conviven con un entorno de pinos, almendros, robles y plantas aromáticas (tomillo, romero, espliego). La tranquilidad y la serenidad que rezuma el paisaje y la amplitud de horizontes que desde allí se abarcan, justifican el nombre de “Finca Coma La Calma”.

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El Proceso

Cosechamos

KARAT d’Urgell es el fruto del rigor, la ilusión y la pasión. Cosechamos tempranamente, cuando las olivas son verdes y no hayan madurado, para tener un aceite de color verde intenso y con sabores y aromas acentuados.

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Transportamos

Transportamos las olivas directamente al molino y prensamos a baja temperatura, el mismo día, para evitar la oxidación y garantizar su calidad.

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Elaboramos

En menos de ocho horas , las olivas se han transformado en un zumo exquisito, verdadero oro líquido.

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PRODUCTO

El resultado es un aceite excepcional con una sensación embriagadora con notas de tomatera, alcachofa, almendra e hinojo. Tiene una personalidad marcada con un ligero sabor final amargo y picante, fruto de la cosecha avanzada, que potencia los sabores de los alimentos a los que acompaña.

  • checkColor verde clorofila intenso
  • checkEntrada en boca suave
  • checkSin agresividad
  • checkArmónico y equilibrado

Convencidos del hecho que al comer intervienen el gusto, el olfato y la vista, el producto se presenta en una botella transparente que permite apreciar el color y convertir su degustación en una experiencia sensorial

El mejor complemento

Añádelo y disfruta

Exclusividad

Sólo comercializamos el aceite que producimos a partir de las olivas de la Finca Coma La Calma, con la intención de crear un “aceite de pago”, exclusivo, a la manera de los grandes “vins de chateau” franceses.